sábado, 13 de noviembre de 2010

Delirio noctanbulo

Quién será la persona que arranque de mis labios una sonrisa,
que le diga en secreto a mis oídos un ¡Te quiero! que jamás he oído.
Ángel de oscuridad no me dejes solo esta noche que la oscuridad
crece y crece a mi alrededor y tengo miedo que me sofoque hasta quedar
sin sentido o sin vida.

Busco la luz que se perdió en mi nublada mente,
mente que juega con mis emociones poniéndolas contra mío.
Quizá no me sirva de nada rezar para sentirme mejor; tan solo ruego
y ruego a un Dios sordo que no percibe mi dolor, a un Dios que predica
amor y este mortal lo ha olvidado.
Cada día hay un enfrentamiento bélico en mi alma;
solo pido que esa alma tan torturada encuentre paz en esta vida
o definitivamente mude su coraza de carne para ser libre y poder
volar por el infinito y se refugie en la fantasía; donde todo es posible
donde el amor no es exclusivo para poetas.

Algunas veces he llegado a pensar que soy la soledad encarnada
o quizá no sea yo un simple mortal, soy alguien que quiere sentirse querido
o tal vez no sea yo comprendido.

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